DEMOKRAZIA ZERO y el cuento de la ETA

Demokrazia zero, rezaban los carteles de la anterior campaña electoral batasuna. Zero, como la coca cola y la cerveza que te aconsejan tus amigos del ponle freno para no morir en un brutal accidente de trafico. Con este eslogan, batasuna, no se que de los pueblos vascos, acción nacionalista vasca, o como se les quiera llamar- a partir de ahora en estas líneas de opinión: ETA- pretendía volver a revindicar que la ley de partidos era muy mala, que si ellos no pueden hablar no es democracia, y distintas cuestiones que, sacadas de contexto, cuanto menos influyen en el espíritu democrático de la juventud vasca.

Bueno, esta gente sacaba pecho al conseguir colársela al estado y enviar un recurso a Estrasburgo, residencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Lo de las sentencias vinculadas con la política es como las elecciones, que todo el mundo ha ganado al día siguiente de salir los resultados. En este caso es muy sencillo, no tienen que justificar nada más allá de su inteligencia. Uno, opresor; dos, oprimido. No hace falta ser un fiera para convertirse en demagogo, véase pepiño. Total, todos sabemos que para fachas: los del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.

Al final, resulta que no solo si, sino que además si y muy bien. Eso es lo que decía la sentencia que salió a la luz en Junio y que ratificaba la ley de partidos y la ilegalización de lo que ya podríamos llamar: la liga BATASUNA -todos los partidos, de distinto nombre pero de mismas personas, ideas... Este miércoles, el Tribunal volvía a animar a España a desalojar de las instituciones publicas a la ETA y a hacer uso de lo que llaman la democracia militante, es decir, para que nos entendamos, que ningún no demócrata utilice la democracia para destruirla. Por la misma razón por la que partidos como el NAcional soZIalista no puede presentarse a unas elecciones en Alemania; la ETA en España tampoco. El cuento se lo debería aplicar el Fiscal, con algún que otro partido al que se le ve el plumero en plan autoritario; y el gobierno, que debería irles ya, que diría aquel, a los amigos de la ETA.